sábado, 30 de septiembre de 2017

ciega contigo, viva sin ti.

Márchate, porque te crees que nunca lo supe.
Márchate, porque me engañaste.
Márchate, porque nunca supiste como valorarme.
Márchate, porque sabes perfectamente que tienes a otras esperando.
Márchate, porque ya no quiero más de ese amor insano.
Márchate, porque estoy cansada de consumirme.
Márchate, porque me he hartado de nuestro amor.

Pero quédate, porque sé que me harás falta en mis noches de insomnio.
Quédate, aunque solo sea una última noche.
Quédate a asomarte por el balcón y a verme entre tus brazos.
Quédate para ver que podía haber pasado si no hubiera sido una ciega contigo.
Quédate y luego, vete y búscame.

Porque eso es lo que vas hacer, buscarme en la piel de otras, buscarme en los ojos de las damiselas a las que tú dices salvar todas las noches, búscame, y date cuenta de que me has perdido, que has perdido desde el minuto 1 en el que pensabas que sería buena idea regalar nuestro amor a otras personas, pensar que me podías querer mirándoles a ellas en los ojos.

Y el tiempo no a arreglar las cagadas que tú hiciste, el tiempo no tiene la culpa de que tú no supieses valorarme, y yo no le puedo reprocharle nada, porque al fin y al cabo todas las flechas apuntaban a ti y yo lo único que quería era negarme lo evidente.

jueves, 3 de agosto de 2017

Sola.

Yo necesitaba que alguien estuviera allí conmigo, que me abrazara, que me dijera que todo iba a estar bien y, lo único con lo que me encontre fue conmigo misma llorándole a alguien que ni siquiera me iba a echar de menos. Me dije a mi misma, entre lágrimas, que iba a estar bien, que no iba a volver a caer en las trampas de la gente, que era lo suficientemente lista como para no caer dos veces.

Me equivocaba.

Hoy te escribo a ti, tu ya sabes quién eres, he caído en la misma trampa, no dos, ni tres, si no miles de veces y esta no iba a ser la excepción, tú no ibas a dejarme pasar, tú sabías lo que querías desde el principio, desde el primer momento en el que nos vimos, lo sabías, y hoy, me lo has hecho saber.

Si tuviera la decencia, el orgullo y el estima que no he llegado a tener nunca, te lo diría, te diría a la cara tantísimas cosas, que hoy, aquí me guardo, pero no puedo, ya sabes que nunca lo hago, y no eres mi excepción. Tú me contabas anécdotas graciosas, mientras yo lloraba, tu me hacías vivir cuando yo lo único que hacía era parar mi tiempo, tú, tú y sólo tú.

Yo que decía que la monotonía me aburría, que hacer siempre lo mismo era algo cansado, y llegué a estar siempre contigo, hacer lo mismo todos los días, a creerme todas esas mentiras que me soltabas a cara sabiendo perfectamente que yo iba hacer oídos sordos, porque las palabras bonitas eran más que un regalo para mi, y me las creí todas. 

Y te guardo un rencor inolvidable, porque tú hiciste más que la herida, tú no solo me has hecho una, tu las has abierto todas, incluso las que me he hecho yo, las que construí a base de mis pensamientos, prejuicios, a base de mis miedos, esas que creía que había cerrado, que ya habían cicatrizado, esas, incluso, las has abierto, me has abierto cicatrices que ni siquiera recordaba que tenía y ahora, con todo el dolor de mi corazón, tendré que volver a cerrar, igual que al principio, sola.




lunes, 17 de julio de 2017

A la deriva.




Imagen de love, kiss, and artCreía firmemente que podíamos, que yo podía con todo esto y más, que no eramos el final de un cumulo de cosas, pero me equivoqué mi amor, y no tengo perdón por ello, porque nos deje flotando a la deriva sin tener ni idea de que el barco se nos hundía.

Y aún con la falta de cariño seguíamos engañando al mundo, haciendo un paripé de narices, queriendo fingir que estábamos felices, que no estábamos ni la mitad de rotas de lo que estábamos en verdad, y no sé que fue, si la falta de nosotras, o si la falta de corazón.

Siento que todo lo que escribo siempre habla de ti, quizás por que fuiste la curva más peligrosa con la que me he topado hasta ahora.
Siento que,
perderte,
aunque fuese una decisión de mierda,
fue la mejor de todas las que llegaré a tomar jamás.

Y siento que me vieras en esa circumstancia,
que yo sé que tú eras la fuerte de las dos, que no había más que verlo, pero estábamos tan rotas..

Creía que podía ser tu refugio y que tú ibas a ser mi paraíso, que podíamos tocar el cielo con la punta de los dedos y sentirnos menos vacías cada vez, pero nuestro barco zarpó de un puerto equivocado, demasiado tarde y un martes 13 que tú y yo desconocíamos.

Pero el final, mi vida, lo pones tú.

domingo, 18 de junio de 2017

le grite por última vez que le quería, y se fue.

Ya no esta, es así de simple.
Y me duele por eso, por que es simple, por que es demasiado fácil decirlo para lo mucho que duele asimilarlo.Y le echo de menos. Y me cuesta horrores dormir por la noche sabiendo que no volveré a ver su sonrisa. Y me maquillo fingiendo que puedo volver a ser feliz. Y luego me calmo. Me calmo y lloro en silencio, como gritando que vuelva pero en silencio.  Y sí, jamás me he visto tan devastada como lo estoy. Si estar rota era lo mío, ahora lo es aún más. Y no quiero vivir en un mundo sin él. 


Y que pena que algunos de nosotros no seamos eternos.


Y que pena que él no sea eterno.

Y jamás lamentare haberte echo reír de la manera en que lo hacías, te juro que eso va a quedarse en mi mente hasta que me vuelva cenizas.

Te llamo y no estas. te escribo y no me lees, te grito y no me oyes, y si te pienso lo único que hago es llorar. 
Y que sí, que mañana será otro día, y mañana me volveré más fuerte, pero ahora, en este mismo instante, sólo quiero ser la chica de lágrima fácil, la débil, la que le encantaría ser una estrella para subir la cielo y verte de cerca. Verte brillar con la elegancia y el encanto que tenías.
Te juro que nadie me hará ser más yo que tú.

Eras lo mejor de mi, y a pesar de verme en lo peor me supiste hacer bailar. 

Y ahora cada vez que río, o que me siento feliz, siento que tú estas cerca.

Porque lloraré todas mis penas hoy, y mañana..

Mañana intentaré fingir que aún sigues aquí, que sigues conmigo, que no te has ido, y que voy a volver a verte, que me vas a abrazar, que me vas a querer como me querías. y que nada, pero nada, esta roto.
Gracias por haberme dejado vivir esta vida contigo.

sábado, 3 de junio de 2017

Vengo a pedirte disculpas.

Perdóname por creer que había esperanza para mi. Por pensar, en eso, en mí, y no en ti, por una vez.
Por sentir que permanecía a un lugar y no a una ruta. Por parar a buscar cobijo entre tus brazos y no sentarme a esperar que me cayera el cielo encima de mí. 

Perdóname por no querer abandonarme, por querer conquerirme cada rincón de mi ser. Por intentar huir de esos problemas a los que tú llamabas abismos.
Perdón.
Sé que no soy lo suficiente buena para ti, ni para mi familia o amigos, sé que no soy suficientemente buena para mi misma, y me lamento el hecho de no saber cuando acabar con tanta insuficiencia. De verdad que yo pensaba que yo iba a ser mi propio mundo, pero jamás puedes huir de lo que eres.

Soy mi pasado, mis cicatrices y las cosas que esas esconden, soy mis lágrimas, mi sudor frío, mis dolores de cabeza, mis problemas, mis manías y mis días de mierda.
Y lo lamento. Lamento darte puerta, decirte adiós de esta forma tan mía. Quererte nunca fue de mi agrado, siempre me sentí una cobarde engañada por unas falsas ilusiones. Preferiría no escribirte este adiós y decirme a mi misma que te voy a olvidar de la forma más estúpida que existe, enamorándome de otra persona. Creyéndome esa patranya de que un clavo saca otro clavo. Pero ya sabes, que yo jamás he sido de creerme a las masas. De vivir al límite y al borde de las lágrimas.

Ellos dicen que eras demasiado para mi, ahora. Yo siempre lo creí. Y aún así, te conseguí, o al menos eso creía. Pero ya sabes, nunca fui lo suficientemente buena para ti.

Me encantaría gritar que soy yo la que manda en mi cabeza, la que tiene los suficientes ovarios como para escapar de toda la mierda que me rodea, pero ya sabes que no, que yo jamás.
Jamás fui buena.
Ni para ti,
ni para nadie.

Perdóname todas las culpas,
deshazte de mi recuerdo como yo he intentando de hacerlo de mi misma. Ódiame con la misma intensidad que yo lo hago. Y jamás, jamás permitas que vuelva a tu vida, que vuelva a arruinartela, que vuelva a ser un problema para ti. Perdónamelo todo. Aun sabiendo que no lo merezco, sabiendo que todo fue mi culpa, sabiendo que no deberíamos haber acabado.
Perdóname.

viernes, 26 de mayo de 2017

Todas mis mentiras.

Lo llamaba amor hasta que te conocí y solo sabía que después de ti, no había nadie.
Y no me equivocaba, por que nadie traspasará hasta donde tu me he has llegado.

Siento que te debo un trozo de mi vida y que a la vez no te debo nada más que estas palabras o quizás ni eso, contigo aprendí el significado de querer hasta morir y querer matar por ti.

Y que mal me sentó y que bien me hizo el conocerte.

Supongo que no todo tiene un final como dios manda, como el de los cuentos. Y que yo no soy ninguna princesa por que según los cuentos, las princesas no se ensuciaban las manos con barro y yo estoy jugando hacer castillos con la arena del reloj que rompiste para parar el tiempo entre beso y beso.

Mañana quizás sí, pero hoy te aseguro, que no pienso olvidar ni una de las veces que me prometiste que no ibas a romper ninguna de tus promesas, que si las habías hecho era por algo, que tenían un sentido y que nosotros jamás conjugaríamos el verbo perder en futuro del modo indicativo, que eso jamás lo haríamos.

Porque aún que a día de hoy ya tenga olvidada esa sensación de paz que me transmitías, esas ganas de vivir que me dabas y esa fuerza que recibía cuando hablábamos de hacer planes juntos, aún que todo eso ya lo tenga olvidado, y aun que sepa perfectamente, que jamás, pero jamás, vaya a encontrar a nadie tan parecido como tú, por que aún así, habiendo olvidado todo eso, y tergiversando todas mis palabras anteriores, te quiero, a pesar de todo, pero no de querer que vuelvas, si no te quiero de querer que te quedes donde estas y hagas el mismo bien que hiciste conmigo a otras, y que seas feliz. 

Espero que tú también me quieras así,
aunque solo sea un poquito.

Y hoy, mentiré de nuevo y diré que hoy no te olvidaré, que mañana sí, pero realmente, 
mañana, 
yo,
ya no sé.


Viveme como yo lo he hecho contigo tantas veces.

sábado, 22 de abril de 2017

only you.


Imagen de selena gomez

Me puse el escudo anti tú, por que estaba cansada de ser herida cada cinco minutos, por que ni siquiera sabía que era ser cicatriz en la piel de otros. Y si me preguntan diré que fuiste mi mejor error. Por que aprendí que sólo yo podía dominar mi mundo.
Y te quiero, y fin.
Y ya está.

¿Y sabes por qué? Por que tu y yo siendo todo lo contrarío, fuimos solo uno.
Y yo no sé si eso de las almas gemelas existen, pero estaba destinado que tu y yo no lo íbamos a ser,
por que no nos queríamos así.
Nos queríamos libres, y nosotros solo nos poníamos ataduras, nos impediamos ser libres juntos.

Yo era la tía más feliz contigo, tú no sé.
Y yo me sentía guapa a tú lado, me sentía guapa sin ti, me brillaban los ojos, y mis caderas solo querían moverse.
Que sí, que son chorradas, pero léeme, duramos tanto como una película, y sufrimos lo mismo.

Y ojalá nos hubieras visto, te hubieses enamorado,
tanto como yo lo hice de ti.

Hablar en pasado ahora que ya no estás,
presente en mi,
futuro quién sabe.

Me hubiese gustado no jugar, no ponernos normas, y que todo lo que teníamos hubiese dejado de ser un maldito juego, pero ya sabes. Aunque no todo fue una mierda. Me lo pase bien. Quise como nunca y odie como jamás debí haberlo hecho.

Si te soy sincera no sé como llegamos a ser tanto con tan poco. Pero que bonito recuerdo, que ahora, cicatriz quedará. Por que no recuerdo caída más bonita que la tuya.